Autor: Amparo Takahashi
Ilustrador: Antonia Santolaya
Ilustrador: Antonia Santolaya
Editorial: Anaya
Número de páginas: 159
Primera edición: mayo 2009
ISBN: 978-84-667-8454-2
Mezcla de leyendas y supersticiones, muchos de los cuentos que figuran en esta selección tienen con frecuencia como protagonistas al tanuki y al zorro, animales muy populares en Japón. Otro de los temas recurrentes es el de la venganza; a través de la cual los culpables reciben el castigo en proporción a la maldad de su acción. Asimismo, muchos relatos nos muestran rasgos que siguen estando muy arraigados en el carácter japonés, como el de dar "ciento por uno": es decir, agradecer siempre con creces el favor recibido por muy pequeño que este sea...
Edición en tapa blanda que tiene una letra que facilita su lectura y buena calidad de papel. Se incluyen numerosas anotaciones sobre Japón, sus seres míticos y las palabras que puedan resultar poco conocidas para los lectores por su edad. En el apéndice se aclaran los motivos más repetidos en las historias seleccionadas. A continuación podréis leer un breve resumen de las leyendas, divididas en temáticas, y una conclusión sobre la obra.
La primera de las historias, "La montaña de Kachi-kachi", nos presenta a un malvado tanuki que hace la vida imposible a una pareja de ancianos. Por suerte, un conejo se lo toma como algo personal y decide escarmentar al cambiaformas. De forma similar vemos este tema en "El bonzo ciego", donde unos zorros molestan a una pequeña aldea, y en "El mono y el cangrejo", donde incluso unas indefensas crías pueden conseguir ayuda ante
la adversidad.
En "El anciano leñador y los ogros" encontramos a un aterrorizado hombre, con un gran bulto en la cara, que se topa con unos ogros y su música. Le resulta inevitable salir a bailar, a pesar del peligro que ello entraña pero el hombre jamás habría imaginado lo que le sucedería. También son historias de resultados inesperados "La Mujer de Nieve", que nos presenta a un ser tan terrible como bello y que
no duda en matar si es necesario a aquellos que se descuiden en sus
dominios, "Gracias a una pajita, se hizo rico" es un enrevesado cuento e incluso el dramático "Si el faisán no hubiera cantado, no habría muerto" donde conocemos a un padre tan pobre que debe robar para
alimentar a su hija pequeña.
En ocasiones un favor puntual se verá recomendado con algún tipo de don, como en "El regalo de la zorra", donde un viudo ayuda a una zorrita a conseguir unas uvas y es recompensado por la madre de esta con un regalo mágico. O en "La princesa Kaguyá", donde un leñador se encuentra con un bebé en un tronco de bambú, que llevará a casa y cuidará de ella como si fuese su propia hija. "La toalla del pobre" nos vuelve a mostrar que los de buen corazón son recompensados, mientras que los necios recibirán una lección. Finalmente, en el brevísimo "La grulla de la pared" tenemos una historia donde se recompensan las acciones, por un valor mucho mayor que el del favor original.
En ocasiones un favor puntual se verá recomendado con algún tipo de don, como en "El regalo de la zorra", donde un viudo ayuda a una zorrita a conseguir unas uvas y es recompensado por la madre de esta con un regalo mágico. O en "La princesa Kaguyá", donde un leñador se encuentra con un bebé en un tronco de bambú, que llevará a casa y cuidará de ella como si fuese su propia hija. "La toalla del pobre" nos vuelve a mostrar que los de buen corazón son recompensados, mientras que los necios recibirán una lección. Finalmente, en el brevísimo "La grulla de la pared" tenemos una historia donde se recompensan las acciones, por un valor mucho mayor que el del favor original.
Una temática vital en esta colección son las historias de sacrificios para compensar la bondad desinteresada de algunos humanos. El tono de tristeza está presente en historias como "La grulla presa en la trampa", donde un anciano libera al animal de una trampa y este reaparece en forma de niña para ayudar a la familia o en "Milagro en Nochevieja" nos presenta a unos pobres y compasivos campesinos, que prefieren ayudar a los Jizo-sama durante una nevada a poder comer un poco mejor en una noche tan especial. "El gorrión agradecido" nos presenta al leñador llamado Tomikichi ayuda a una pequeña ave a pesar de que se comió todo su almuerzo. En cambio, su esposa es avara y cruel, por ello deberá aprender una valiosa lección. En "El perrito Pochi" nuevamente tenemos una pareja sin hijos que recoge a un animal, que incluso después de la muerte los favorecerá por tener buen corazón.
De corte cómico tenemos a "La mujer del cuadro" donde un holgazán marido no se pone a trabajar hasta que no le dan un retrato de su bella esposa, que terminará en manos de un rico señor de la zona que querrá hacerse con la joven. También muy cómica es la historia donde vemos cómo el hambre agudiza el ingenio y nos mueve a salir de curiosos aprietos: "El bonzo, el zorro y la vieja ciega", donde el zorro terminará usando su disfraz para una buena obra, aún cuando el sólo buscaba una comida rápida. En "La zorra y el tanuki" podremos conocer cual de estos dos seres es el que tiene mayor habilidad para el disfraz, tras una competición entre dos miembros de ambos grupos. En "El bonzo y sus discípulos" se nos habla de un monje un poco peculiar
que debe asistir a una reunión acompañado de sus discípulos, y lo que
les sucede al grupo. "Lo más espantoso del mundo" es un divertidísimo relato de una familia
compuesta por dos abuelos y su nieto huérfano, que curioso hace
preguntas ajeno a lo que sucede fuera de su casa. En una línea similar tenemos "El colmo de los tontos" donde un hombre
con pocas luces pasa por desternillantes situaciones que confirman su
falta de astucia.
Como valoración final de la obra, creemos que es un gran regalo para los jóvenes, ya que son historias cargadas de moral, divertidas y adaptadas a sus conocimientos, con anotaciones a pie de página que pueden ayudarles en su lectura. A parte de esta, cuentan con libros dedicados a las leyendas de numerosas culturas. La aplicación de este tipo de leyendas para juegos me parece sencilla y puede dar lugar a escenas de corte más interpretativo, donde los jugadores podrían lucirse y dar profundidad a sus personajes. Decir que los temas pueden ser trasladados a cualquier época y lugar, no tienen porqué representar solamente en Japón.
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