Mecenazgo de Walhalla: el juego de rol de la Plena Edad Media

Mañana será 14N14; un día señalado por los amantes de los juegos de rol y la historia, pues es el lanzamiento de la campaña de mecenazgo de Walhalla: el juego de rol de la Plena Edad Media donde podréis encontrar recompensas adaptadas a todos los gustos y bolsillos. En esta ocasión, la de menor precio es la banda sonora que han creado especialmente para este juego, recompensa que también se incluye en otros niveles del mecenazgo. Como es habitual, en esta campaña se han tenido en cuenta una serie de metas que, en caso de ser alcanzadas, aportarán mejoras a la edición de este libro y darán mayor vida al juego en forma de suplementos. Por si esto fuese poco, en este proyecto también están involucrados profesionales de la talla de Ricard Ibáñez o Laia San José, ya que Walhalla ha sido creado gracias al trabajo de un equipo muy diverso que han aportado los conocimientos de sus respectivos campos para hacer mayor, si cabe, a este juego de rol.

Para los que no sepan nada sobre Walhalla: el juego de rol de la Plena Edad Media aquí se va a tratar de resumir la información disponible sobre el juego, pero podéis consultar toda la información en su página oficial o su facebook.

La edición física del juego será un A4 en rústica, con un alto gramaje, y contará con más de 30 páginas a color; pero una de las metas del mecenazgo será ampliar la cantidad de ilustraciones y fotografías además de editar todo el libro a color y en tapa dura. El manual cuenta actualmente con 340 páginas según su página web. La maquetación está realizada por Francisco Solier y el proyecto cuenta con un gran equipo de ilustradores y fotógrafos. La banda sonora del juego está realizada por el musicólogo Francisco Javier Moya Maleno, y está realizada con instrumentos medievales de diversas culturas. Podéis escuchar una muestra en el teaser del juego.

Walhalla, a pesar de lo que su nombre nos indica, no es solo un juego de rol sobre vikingos aunque sean los personajes que vayamos a interpretar durante las partidas. Walhalla es la puerta a todo un conjunto de pueblos con los que podremos interactuar durante las partidas, ya sea guerreando contra ellos o comerciando, por poner un par de ejemplos. Es posible que este trasfondo se amplíe en suplementos. Recordemos que el marco histórico de este juego está entre los siglos IX y XII. El rigor es clave en este juego, por ello ha contado con varios historiadores escribiendo capítulos de ambientación; colaborando la previamente mencionada Laia San José, autora del blog The valkyrie's vigil, que conoceréis por sus comentarios sobre la serie de televisión Vikings o sus entradas explicando algunos hechos históricos y las famosas sagas literarias donde se narran las hazañas de grandes héroes.

¿Quiere decir esto que no existe la magia en Walhalla? No, de hecho existen seis perfiles relacionados con la magia pero el elemento clave es la creencia en una serie de supersticiones por parte del lanzador del hechizo y del objetivo del mismo. Lo que no encontraremos en este juego son enfrentamientos con dragones y seres similares, más propios de Dungeons&Dragons o de Skyrim.

Las estructura del manual

Walhalla sigue la estructura de un drakkar, pues existen tres grandes secciones en las que encontramos catorce capítulos, cinco anexos y una guía para el director.

La proa recoge los dos capítulos introductorios y los siete dedicados al sistema de reglas, donde se incluyen las reglas avanzadas. En la popa están los cinco capítulos de la ambientación, donde podremos destacar los capítulos sobre el papel de la mujer en la sociedad o el de las creencias de la época. En la quilla se encuentran los cuatro apéndices, un glosario con los términos en las lenguas de los vikingos y el libro de ayuda al director. Cierran la obra un conjunto de personajes pregenerados y dos aventuras introductorias.

Sistema de juego

El juego emplea el sistema Totum revolutum, que bebe de diversas fuentes, y que nos ofrece una experiencia de juego personalizable. Walhalla tiene un sistema de juego básico y un conjunto de reglas avanzadas, que aparecen en diversos cuadros, y que el grupo de juego decidirá con cuáles de ellas quiere quedarse para sus partidas. Con ello podremos elegir entre un juego ágil o uno con mayor realismo en el grado que deseemos. Esto también está pensado para aquellos que se acerquen a los juegos de rol por primera vez, pues el sistema básico será perfecto para las primeras partidas y el director de juego tendrá a su alcance todas las herramientas para aumentar la complejidad, si así lo desea, con las diferentes mecánicas avanzadas.

Los dados que se emplean en el juego son de diez caras, seis caras para magia, y en la tirada emplearemos una característica (que depende de una capacidad) y tendremos un margen de acierto, que será un porcentaje. Dicha cantidad será la suma de los grados de la capacidad y la característica, si ese resultado es alto tendremos más posibilidades de acierto. Existen varios tipos de dificultad para las tiradas: fácil, normal, difícil, muy difícil, y heroico.

Es interesante señalar que en Walhalla no solo se acierta o falla, sino que existen varios grados para explicar lo bien o mal que ha salido una tirada. Los resultados se dividen en éxito, acierto, fallo simple y fracaso, habiendo más niveles como regla avanzada si así lo deseamos.

¿Queréis saber más sobre el sistema? Podéis ver este vídeo que publicaron sus creadores donde, además de hacer algunas bromas, explican cómo funciona Totum revolutum.

Ahora que tenéis una idea sobre qué es Walhalla: el juego de rol de la Plena Edad Media y qué podéis encontraros en él, os voy a comentar por qué nos parece este proyecto interesante.

Leer que un grupo de historiadores está trabajando en un proyecto rolero para aportar el máximo rigor posible al manual es algo que se agradece después de haber visto tantos tópicos sobre algunas culturas. Es algo fresco alejado de ambientaciones más fantásticas -ya sea por la presencia de elementos sobrenaturales, ser realidades alternativas, o futuros más o menos probables gracias a la ciencia- ya que tenemos una base real sobre la cual conocemos una serie de cosas y podemos seguir con nuestros personajes eventos históricos como podría ser el ataque de los vikingos a Sevilla. La historia "real" puede ser una fuente infinita de aventuras sin necesidad de mayor aderezo. Sólo tenéis que hacer una visita a la biblioteca o buscar algunos documentales para tomar algunas ideas para vuestras aventuras.

La posibilidad de elegir el grado de complejidad del sistema es algo que se agradece, pues parece que da pie tanto a partidas rápidas para introducir a nuevos jugadores -ya sea en nuestro grupo o en unas jornadas- como fuente de narraciones más realistas y detalladas para los grupos más veteranos, donde quizá prefieran un combate más complejo en el que puedan usar estilos de lucha y tácticas más complejas que un simple "le golpeo". Una cosa que tampoco podemos olvidar en un juego como Walhalla es que podría ser una buena herramienta de aprendizaje en las aulas, para llamar más la atención a los chavales sobre nuestro pasado y adaptarlo a diversos periodos históricos según avancemos en el temario de la asignatura.

Finalmente es increíble la cantidad de talentos que se han puesto al servicio de la creación de este libro y su universo: desde artesanos a musicólogos, pasando por un grupo recreacionista y los historiadores amantes de los vikingos. Todo ello solo puede enriquecer la experiencia de juego que obtengamos con Walhalla.

Aquellos que aún no hayáis podido probar el juego y estéis en Madrid, sabed que el próximo 29 de noviembre estará Ignacio Sánchez en Generación X ofreciendo demostraciones. Concretamente será en Carranza durante la mañana y en Puebla por la tarde. Podéis leer la noticia en esta entrada del blog del proyecto.