Quien más, quien menos sabe lo que es una biblioteca y sus funciones básicas, ¿pero conoces cuál es el objetivo de las bibliotecas como institución y todos los servicios que ofrecen? En este artículo pretendo acercar el mundo de la biblioteconomía para que le puedas sacar el mayor partido posible a estos tesoros culturales.
La primera pregunta que debemos hacernos es qué es una biblioteca. La primera acepción del diccionario de la RAE nos dice que es una «Institución cuya finalidad consiste en la adquisición, conservación, estudio y exposición de libros y documentos».
La RAE señala algunos puntos importantes que se recogen también en las definiciones de la UNESCO, la ALA y Manuel Carrión Gútiez, quien dijo que «la biblioteca es una colección de libros debidamente organizada para su uso». Por ello, los tres puntos clave de una biblioteca son la organización y el acceso a la colección por parte de los usuarios mediante la ayuda de su personal. La conservación del material es importante porque alarga la vida útil del documento y el personal ayuda a las personas usuarias a encontrar la información que necesitan, por ello en la actualidad también se da importancia a los servicios y al personal.
Tipos de bibliotecas
Dependiendo de la colección que posean y de su papel dentro del sistema bibliotecario del país, las bibliotecas se dividen en diferentes tipos con diferentes funciones y fondos. Voy a citar los ejemplos de la ALA y el INE, pero también está el de la UNESCO (con seis tipos) y el de la IFLA (con trece tipos).
De acuerdo con la ALA, los tipos son: biblioteca nacional (como la cabeza del sistema bibliotecario de un país, en el caso de España es la BNE), bibliotecas públicas, de centros docentes y bibliotecas especiales (las especializadas en una temática o campo del saber). Esta clasificación es la más sencilla.
Según el INE los tipos serían biblioteca nacional, bibliotecas centrales de las Comunidades Autónomas, bibliotecas públicas, bibliotecas para grupos específicos de usuarios (por ejemplo de centros penitenciarios, hospitales, empresas, etc.), bibliotecas de instituciones de enseñanza superior, bibliotecas especializadas (Administración, centros de investigación, asociaciones y colegios profesionales, de instituciones religiosas, de empresas, de archivos y museos, de centros sanitarios y un cajón de sastre con otras que no sean de esas categorías). Con esta tipología (la de las centrales de las Comunidades Autónomas) tenemos en España las bibliotecas regionales, que son bibliotecas que conservan el legado de la comunidad autónoma (por lo que reciben ejemplares del depósito legal) y que tienen servicios de consulta, pero no de préstamo. En el caso de la Comunidad de Madrid, la biblioteca regional es la Joaquín Leguina y está situada en el antiguo edificio de la fábrica de cervezas El Águila, junto con el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.
Las más conocidas son las bibliotecas públicas y estas están ordenadas por secciones dedicadas al público de acuerdo con su edad: la bebeteca es hasta los seis años, la infantil y juvenil hasta los catorce y a partir de dicha edad se puede acceder a la biblioteca de adultos.
En cualquiera de estos grupos de edad los documentos van a estar clasificados por su tipo. En libros normalmente se separa la literatura de las obras «temáticas», siguiendo estas la clasificación de la CDU (en el caso de España). La literatura se suele separar en géneros literarios: narrativa, poesía, teatro e incluso algunas tienen secciones para ensayo, biografías y cómic. El resto de secciones siguen el esquema numérico de la CDU, donde cada número corresponde a una temática: 0 para generalidades (por ejemplo, las enciclopedias), 1 para filosofía y psicología, 2 para religión y teología, 3 para ciencias sociales (estadística, política, economía, comercio, derecho, gobierno, asuntos militares, bienestar social, educación y folclore), el cuatro está vacante por si se necesita en un futuro, el 5 es para matemáticas y ciencias naturales, el 6 para ciencias aplicadas (como medicina y tecnología), el 7 para bellas artes, juegos, espectáculos y deportes, el 8 para lenguaje, lingüística y literatura y el 9 para geografía, biografías e historia.
Hay secciones separadas para la prensa, las revistas y los documentos audiovisuales (como películas, música o videojuegos). En ocasiones se destacan partes de la colección creando un centro o punto de interés. Estos puntos tienen temáticas por aniversarios de personas o eventos importantes, fiestas culturales, por idiomas de poblaciones migrantes importantes en la zona (centrados en lenguas como árabe, rumano o chino) o incluso cuando queremos destacar algo como la comicteca o un centro de interés dedicado al pueblo gitano, como en la biblioteca María Moliner de Villaverde (Madrid).
La clasificación y organización de los documentos se traduce en una signatura topográfica, que es el código que te permite localizar el documento en un estante de la biblioteca, y que aparece en cada documento con un tejuelo de papel que va en el lomo del libro, la carátula de los documentos audiovisuales, etc.
Funciones y servicios
La función de las bibliotecas es doble, por un lado, preservan los documentos y por el otro ofrecen acceso a los usuarios a su colección. Una colección es el conjunto de documentos, del tipo que sean, como por ejemplo libros (monografías), publicaciones seriadas (revistas, periódicos, etc.), audiovisuales (películas en cualquier formato, como DVD o Blu-ray), sonoros (igual que las películas, en este caso pueden ser CD) y otros como mapas, efímera (postales, envoltorios de marcas, menús...), etc.
Las colecciones crecen gracias a la adquisición de documentos (incluyendo las desideratas de las personas usuarias), al depósito legal y a las donaciones, tanto de personas como de entidades.
Una vez formada la colección, lo ideal es tender al crecimiento cero, manteniendo un equilibro entre el material que entra y el que sale, ya que existe un límite de espacio. Este equilibrio se puede conseguir a través de varios medios, siendo el más conocido el expurgo. Este consiste en sacar documentos que se dejan a disposición de los usuarios para que puedan quedárselos; por otro lado, el canje es cuando una biblioteca cambia ciertos documentos con otra, para así enriquecer ambas colecciones. En ocasiones el canje sirve para regular la cantidad de copias que se guardan de un documento.
Las bibliotecas tienen una carta de servicios, que es un documento donde se explica a las personas usuarias los objetivos y compromisos que tiene la biblioteca hacia estas. Entre los objetivos de las bibliotecas están los servicios hacia las personas usuarias, así como la asistencia y formación de estas.
La formación del usuario tiene como objetivo hacer que las personas sean autónomas en la biblioteca y conozcan todos los servicios que estas ofrecen. Esto incluye tanto que se sea capaz de buscar el libro en el estante por su conocimiento de los tejuelos como que se pueda buscar en los catálogos en línea.
Normalmente la búsqueda de un documento puede culminar con un préstamo, ya sea a una persona usuaria o a un colectivo (como un centro educativo o una asociación). El préstamo intercentro es cuando una persona usuaria solicita un documento que está en otra biblioteca para que lo acerquen a la suya y poder consultarlo. Todo este servicio se realiza mediante mensajería, por lo que siempre es recomendable que, si la persona no tiene problemas en desplazarse a la biblioteca que tiene el documento que desea, lo haga, para así ahorrar el gasto tanto económico como ecológico de dicho envío. Aun así, el personal bibliotecario puede denegar un PIC si el documento es una novedad, está muy solicitado, etc. Esto es posible gracias a las redes entre bibliotecas que ofrecen un catálogo mayor y más servicios gracias a dicha unión. En la Comunidad de Madrid existe un carné único que permite acceder a cualquier biblioteca de la red y consultar el catálogo unificado. Hay otras redes bibliotecarias muy importantes como BIMUS, REBIUN o el Consorcio Madroño a nivel universitario en Madrid.
Otros servicios relacionados con el préstamo son Bibliometro, que es privado pero dependiente de la Comunidad de Madrid y que opera en doce estaciones de la red de Metro, el servicio Telebiblioteca para personas con discapacidad del 33 % o mayores de setenta años, con el cual se piden los documentos por teléfono y los llevan a domicilio y por último hay una alternativa para aquellas personas que disfrutan leyendo en un libro electrónico, eBiblio. Esta iniciativa es estatal, pero depende de cada comunidad y en Cataluña se llama eBiblioCAT.
En caso de que el documento no esté en nuestra red bibliotecaria, se puede solicitar una desiderata, o lo que es lo mismo, una petición formal a la biblioteca para que adquiera un documento para nutrir sus fondos. Esto es de gran ayuda para el personal ya que es una forma de conocer los intereses de las personas usuarias.
Como el acceso a la biblioteca y sus servicios es algo que debería adaptarse a todas las personas usuarias, muchas también tienen servicios para personas con discapacidad con material accesible y herramientas para facilitar la consulta de los documentos de acuerdo con sus necesidades. En el primer punto estarían los libros en braille, con letra grande, de lectura fácil y los audiovisuales con audiodescripción y en la segunda categoría estarían las lupas, telelupas, software especial como JAWS e incluso el bucle magnético.
En la Comunidad de Madrid la biblioteca de referencia sobre discapacidades, tanto a nivel de documentos como de herramientas disponibles, es la Luis Rosales y, en menor medida, la Manuel Alvar (distrito de Salamanca). Como notas, hay que comentar que este tipo de servicios están relacionado con la tiflotecnología y que el Servicio Bibliográfico de ONCE hace una gran labor adaptando y creando materiales para personas con discapacidad visual.
El servicio de referencia es útil cuando se tiene algún tipo de duda ya que el personal ayuda con la búsqueda de la información; la difusión selectiva de la información (DSI) es la elaboración de un perfil de interés que genera alertas para las personas usuarias y las avisan cuando llega material sobre las temáticas elegidas; también quería mencionar un servicio muy interesante que se ofrece vía internet: Pregunte: la bibliotecas responden, en él se pueden plantear preguntas de todo tipo y responderá alguien del personal de la biblioteca de guardia de ese día. He visto responder a preguntas sobre calles, oposiciones e incluso yo me atreví a preguntar por los tanuki y me contestaron.
Por último mencionar tres servicios más que ofrecen las bibliotecas: se facilita la conexión a internet para que las personas usuarias se puedan conectarse a la red para realizar trámites, consultar su correo electrónico, etc.; algunas también disponen de un servicio de reprografía para poder imprimir documentos, pero normalmente tiene un pequeño coste y las bibliotecas también realizan actividades de extensión cultural tales como visitas guiadas (para adultos y escolares), son punto de información local (tanto sobre el lugar como de autores de la zona), organizan encuentros con autores, exposiciones e incluso conciertos. ¡Echa un vistazo a la programación de tu biblioteca más cercana!
Bibliografía:
Temario. Auxiliar de bibliotecas. De los Reyes Gómez, Fermín; Carpallo Bautista, Antonio; Clausó García, Adelina; y Gómez Parra, Carmen. Editorial Cep. Junio 2009.
Auxiliar de Archivos y Bibliotecas: Temario general. Herrera Vázquez, Gema; Muñoz Martínez, Inmaculada; García Serrano, María Begoña; Trejo, María Luis; Milán Montes, Dolores María; y Navarro Gimena, Eva María. Editorial Mad. Marzo 2023.
Material gráfico:
- Fotografía de la fachada de la Biblioteca Nacional de España de Jean-Pierre Dalbéra.
- Fotografía de la entrada de la Biblioteca Regional Joaquín Legina y del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.
- Fotografía de la biblioteca nacional de Nápoles.
- Fotografía de Biblioteca del Instituto del Patrimonio Cultural de España, conocida popularmente como «corona de espinas» por el aspecto de la parte superior del edificio.
- Fotografía de la biblioteca universitaria al piano terreno di Palazzo Annona. Biblioteca civica G. Tartarotti, Rovereto de Lungoleno.
- Fotografía de las sillas Acapulco en la Biblioteca Gabriel García Márquez (Barcelona, España) por El Mono Español.
- Fotografía de la biblioteca Municipal Central de Jerez de la Frontera - España por El Pantera.
Más información:
BNE (Biblioteca Nacional de España)
ALA (American Library Association)
IFLA (International Federation of Library Associations and Institutions)
Julián Marquina (para conocer más sobre las bibliotecas)
Otros artículos de interés:
0 Comentarios