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AIDP (volumen 4) de John Arcudi, Guy Davis et al.

El cuarto volumen de la serie de la AIDP es el final del arco argumental Una plaga de ranas y este concluye con la trilogía de Tierra ardiente. Después de las revelaciones del tomo previo, los agentes tendrán que dejar atrás su búsqueda para concentrarse en los problemas con las ranas. En esta trilogía destacan los personajes de Liz Sherman y Johann Kraus.

Scott Allie cuenta en el prólogo que las tres historias están pensadas para leerse juntas y habla del cambio de escala de riesgo, pero además encontramos a un grupo con problemas y dos personajes que aún no tienen tanta relación con el resto. Para marcar aún más el cierre del arco argumental, el siguiente volumen hace un salto temporal hacia el pasado de la Agencia, dejándonos con la incertidumbre de qué pasará después de esta trilogía.

Este libro tiene tres tomos de la AIDP e incluye un prólogo de Scott Allie, las galerías de ilustraciones, un postfacio de John Arcudi y un texto de Guy Davis sobre Bogavante Johnson.

AIDP (volumen 4)


Título: AIDP: volumen 4
Guion: John Arcudi, Mike Mignola
Ilustraciones: Guy Davis
Traducción: Héctor Lorda
Editorial: Norma (Dark Horse en la edición original)
Número de páginas: 456
Primera edición: julio 2015 
ISBN: 978-84-679-1902-8

LA CONCLUSIÓN AL CICLO DE UNA PLAGA DE RANAS

Con las amenazas creciendo en todo el mundo, los miembros de la AIDP deciden meterse en la boca del lobo y enfrentarse al ejército de ranas y la misteriosa y poderosa figura que parece dirigirlas.

Una batalla subterránea que tendrá como consecuencia la llegada del Infierno en la Tierra.

Índice de aventuras

  • La advertencia
  • La diosa negra
  • El rey del miedo

La advertencia

Tras los sucesos de Zona de caza, los agentes de la AIDP tienen más interrogantes que respuestas. Por ello Devon y Johann se centran en buscar todas las pistas posibles para poder plantar cara a las amenazas que se ciernen sobre el mundo y Liz se entrena para ser capaz de enfrentarse a su «Fu Manchú», como le llama Kate.

Para seguir la pista de la información que puede conocer Bogavante, Johann, Kate, Liz y Panya hacen una sesión de espiritismo para averiguar más sobre el hombre de las visiones de Liz. Entonces aparecen las tarjetas con la pinza de Bogavante y se forman las letras de «Gilfryd», nombre que Panya reconoce y esta les cuenta lo que sabe sobre él. Gilfryd era conservador del departamento de egiptología de la sociedad histórica británica y por ello tenía relación con las sociedades secretas. Le contaron que lo encerraron en Bedlam porque estaba loco. Liz y Panya se toman de la mano para seguir su rastro por la mente de aquella, siguiendo el camino que él creó. Gracias a esto Panya encuentra su escondite en el mundo real: ahora la Agencia sabe más sobre este misterioso hombre y pueden cambiar las tornas.

Por orden de Kate Corrigan, Abe y su equipo abandonan la búsqueda en los alrededores de la base de Colorado para enfrentarse a Gilfryd en su guarida. Los agentes encontrarán el lugar en ruinas y Gilfryd se llevará a Liz después de advertir a Abe de que no se meta en este asunto y causarles muchos problemas, teniendo que seguir la pista a una de sus naves hasta Alemania.

Mientras todo esto sucedía, en Alemania una señora mayor encañona a gente con chubasqueros amarillos. Los agentes conocerán parte de esta historia cuando lleguen a Múnich siguiendo la pista al helicóptero. Allí conocen al inspector Bruno Karhu, quien les comenta que han desparecido aparatos eléctricos de las casas y el final de una señora. Esta tomó fotografías de niños con chubasqueros y tiene unas inquietantes pinturas de los monstruos rana con la Llama Negra. Abe sospecha que las ranas han llegado hasta Europa y le hace preguntas al inspector por sus posibles guaridas. Entonces Kate, Abe, Johann y el inspector Bruno irán hasta las obras del metro, pero solo Abe y Johann las explorarán, dejando a Kate haciendo buenas migas con el inspector.

En las entrañas de Múnich encontrarán una máquinas gigantes y a los protohumanos que ya conocieron en La tierra hueca, ahora con chubasqueros. La cosa se sale de madre cuando una garra de robot emerge y comienza la batalla de Múnich contras las cinco máquinas.

Mientras los demás están de misión, veremos cómo Panya va forjando una relación con una científica de la AIDP que la está cuidando, a los animales de la isla donde la encontraron en la base y cómo Devon da con la guarida de Bogavante gracias a los documentos del archivo.

La diosa negra

Gracias a la información que encontró Devon, este, Kraus y Abe van en una lancha hasta la guarida de Bogavante Johnson, donde esperan encontrar más información sobre Gilfryd entre sus archivos. Nuevamente será Devon el que encuentre la información.

Kate visita a Harold McTell, el único miembro de la banda de Bogavante vivo, para saber si recuerda algo sobre Gilfryd. Harold le cuenta que buscaron información sobre Mennan Saa, el apodo de Gilfryd, para conocer sus puntos débiles. Por culpa de esta investigación fallecieron Bob, Bill y Lester; así que Bogavante le pidió que lo dejase, pero Harold le siguió los pasos por medio mundo. Gracias a esto, Harold le da indicaciones a Kate de dónde estaba su última guardia, en algún lugar de Corea.

Cuando los agentes de la AIDP llegan a los montes Stanovoi se encuentran con un monje sobre unas escaleras que dice que solo pueden pasar Abe, Kate y Devon, que los demás deben quedarse en la nieve esperando. Abe les dice que si en dos horas no han salido, que entren a por ellos.

El grupo que entra a la ciudad estará con Mennan Saa y allí Abe querrá de una vez por todas respuestas, no le vale solo con ver a Liz en trance y le da igual las advertencias de Mennan. Este habla de los aliados de sus enemigos y de que ya los vieron en Alemania. Así tratará de convencer a los agentes para que le dejen actuar. Mennan Saa cuenta la historia de Gilfryd y su peregrinaje en busca de respuestas. Dice que le siguen los hijos espirituales de Hiperbórea y que juntos reconstruyeron la ciudad de Thadrethes. También habla de Toth, el jardín secreto y Heca-Emem-Ra, la diosa negra.

Fuera se empiezan a congregar monjes y los soldados y Johann se preparan para una batalla, pero pronto uno de los monjes les dirá que el enemigo viene por el otro lado. Pero ahora no solo cuentan con la ayuda de los monjes sino con yetis, para sorpresa de los soldados. Empieza una batalla contra los monstruos ranas y robots gigantes que nuevamente nos muestra el cambio de escala en el conflicto.

Johann al final entra en la ciudad en busca de sus compañeros. Mennan Saa romperá su traje de contención y de su interior saldrá Bogavante Johnson, aunque finalmente será Liz quien que termine con la disputa después de hablar en una lengua extraña y usar sus poderes piroquinéticos.

El rey del miedo

Esta historia empieza de una manera sorprendente, ya que en lugar de continuar con una batalla o similar, nos encontramos con Manning, Abe y Liz en una reunión para rendir cuentas por el batallón perdido en Stanovoi. Las Fuerzas Armadas van a dejar de colaborar con la AIDP después de cómo han cogestionado al personal militar en esta última misión.

Kate y Bruno viajan a Austria con Bogavante para darle descanso y traer de vuelta a Johann, después de que se cumpliese la venganza de Bogavante. Durante el viaje Kate le cuenta la última misión de Hellboy con Roger, cómo enterraron a Bogavante y la última misión de este en 1939. Bogavante se va cuando llegan a su tumba, aunque aún no aparece Johann. Kate y Bruno se adentran en el castillo de Hunte y ven a los fantasmas del lugar. Bruno reconforta a Kate y esta le pregunta por qué ha ido con ella. En plena discusión, reaparece Johann en su traje y dice que Bogavante no volverá porque en Hunte es feliz.

En la base de Colorado vemos a Devon hablando con Panya y a Manning y Abe discutiendo sobre el próximo movimiento. La AIDP irá a los Urales, por encima del círculo polar ártico. Allí, Liz recuerda su estancia en Agartha en 2011. Abe y Liz hablan sobre su estancia en el templo y su rescate. Liz pide un momento para incinerar a los monjes fallecidos para que descansen en paz. Más tarde, el equipo pierde el contacto con Liz, que vuelve junto a Mennan Saa y debaten sobre el futuro. Ve retazos de lo que podría, con fotografías de sus seres queridos y ciudades en ruinas. Un monje la pide que lo librere y quema a los monstruos gigantes.

El grupo busca a Liz pero se encuentran con los protohumanos y a la Llama Negra en una extraña alianza para traer a los Ogdru Hem. La Llama le dice a Abe que es hijo de Dagon y que se una a sus hermanos, los antroanfibios, en un nuevo futuro sin la humanidad. El rey del miedo ataca a la Llama porque ese no es el trato que tenían y este le asesina y luego se disculpa con Abe. Explica que la misión de la Llama Negra era preparar un nuevo mundo para Abe. Todo acaba cuando el monje que vio Liz aparece, quema a La llama negra y los protohumanos y se lleva a los agentes.

La parte final es la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU con Manning, Kate y Johann donde piden explicaciones de lo ocurrido. Esta parte se narra intercalando la reunión con noticias de televisión donde vemos la escala de todo lo sucedido. Este es un punto de inflexión para la AIDP como agencia, ya que esta reunión cambiará su futuro y forma de trabajo. Más tarde, Kate y Devon visitan al equipo que fue a los Urales en el hospital, donde se recuperan de sus heridas.

Comentarios sobre esta edición

En AIDP: volumen 4 dejamos a un lado los eventos del volumen previo para dar un cierre al arco de Una plaga de ranas por todo lo grande y retomar historias previas, concretamente Gusano vencedor y La tierra hueca, para atar los cabos sueltos y contar qué sucedió después que los agentes estuviesen allí. Este es un momento en el que los personajes pueden cerrar heridas de su pasado, como Abe acabando con los recuerdos de Caul o Johann visitando su antiguo barrio y descubriendo el destino de sus antiguos vecinos, pero también hay espacio para lo nuevo. Me encantó que Kate Corrigan pueda tener una relación fuera del trabajo, que mantenga su vida personal y que tenga una relación amorosa con una persona como Bruno. Es importante que recuerden por qué luchan.

Me ha encantado este arco argumental de la AIDP y me gusta como tratan diferentes temas. Han sabido mantener el espíritu nacido de la semilla de la que germinaría Hellboy y a la vez contar historias interesantes sin su excompañero, aunque tampoco caiga en el olvido.

Como curiosidad, añadir que me encanta como en cada volumen se actualiza la introducción de quién es quién en el grupo. Además Panya se está convirtiendo en uno de mis personajes más queridos.

¿Has leído este volumen de la AIDP? ¿Qué te ha parecido? ¿Qué te parece el final de Una plaga de ranas? ¡Cuéntamelo en los comentarios!

Material gráfico:
Ilustraciones de los cómics que componen este AIDP (volumen 4).

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